Un chascarrillo. Un comentario. Quizá, un gesto. El guionista propone y el humorista dispone. En una milésima de segundo, se divide un país en dos mitades irreconciliables: ofendidos y risueños. El debate se comprueba interminable y entre queja y queja los comediantes caminan con miedo a las reacciones. Esta vez han sido los valores patrióticos los que se han visto atacados cuando Dani Mateo, con un pronter delante, utilizó una bandera de España para, fingidamente, sonarse los mocos.
"Ostia, perdón. Perdón. ¿Qué he hecho? Yo no quería ofender a nadie. Sana, sana, culito de rana. No quería ofender ni a los españoles ni al rey ni mucho menos a los chinos que venden estos trapos… ¡No! ¡Trapo no! Perdón… Señores de la Audiencia Nacional, no soy yo, son las contraindicaciones", bromeaba el humorista, siguiendo las pautas del guión y sin saber que tras su sketch cientos de comentarios se terciarían contra él en las redes sociales. Sin saber, tampoco, que La Sextaeliminaría el chiste de su web.
El caso de Dani Mateo pone encima de la mesa, por enésima vez, el eterno debate de los límites de la comedia y la libertad de expresión. Con una mirada rápida al pasado comprenderán que los casos de humoristas asediados por las críticas tras un chiste son un incontables. La historia nos enseña que los chistes siempre terminan ofendiendo a algún colectivo, pero también nos enseña que con la perspectiva del tiempo toda censura se ve absurda. En Público hemos seleccionado algunos de los monólogos, chistes y sketches humorísticos que más revuelo mediático han provocado en los últimos años para intentar demostrar que al final todo termina siendo parte de la misma comedia.
El Gran Wyoming, Dani Mateo y el Valle de los Caídos
El vídeo de la bandera de Mateo no es el primero en levantar ampollas. Curiosamente, en 2016, el humorista catalán se vio envuelto en proceso judicial junto al Gran Wyoming por haber ofendido a una asociación franquista que busca la defensa del Valle de los Caídos.
“El Valle de los Caídos, alberga la Cruz cristiana más grande del mundo, con doscientas mil toneladas de peso y ciento cincuenta metros de altura, el triple de lo que mide la torre de Pisa. Y eso es porque Franco quería que esa Cruz se viera de lejos, normal, porque quien va a querer ver esa mierda de cerca", comentaba Mateo en el plató de 'El Intermedio'.
La querella, con un juez a favor que fue senador por el PP, finalmente fue archivada. “Incitación al odio es que haya un sitio en homenaje a los vencedores. Incitación al odio es que haya cadáveres en las cunetas", dijeron los presentadores después de haber declarado ante el juez,
Rober Bodegas y su chiste de gitanos
El humorista Rober Bodegas,parte del dúo Pantomima Full, tuvo que retirar un vídeo de la red de uno de sus monólogos para Comedy Central en el que hablaba de forma irónica sobre la comunidad gitana. En una parte de su actuación el humorista decía que "como ya no se pueden hacer chistes de gitanos" iba a "hacer chistes de payos".
"Esto es un payo que va conduciendo, lo para la Guardia Civil y tiene la ITV, el seguro, el coche es suyo... Continúe, le dice el agente", contaba Bodegas.
Los colectivos gitanos, caídos en esa especie de trampa que en ocasiones ofrece la diversidad, enrabietaron y anunciaron acciones legales contra el humorista. En el otro lado, Bodegas se vio obligado a pedir disculpas y, además, hizo un llamamiento a la calma después de haber recibido más de 400 amenazas de muerte a través de las redes sociales.
La 'Cristofagia' de Krahe
Era 1977 cuando el cantautor Javier Krahe junto a Enrique Seseña difundieron un vídeo humorístico en el que trataban de enseñar a cocinar un Cristo: "Se le extraen las alcayatas y se le separa de la cruz que dejaremos aparte. Los estigmas pueden echarse con tocino".
"Se deja en horno moderado durante tres días, al cabo de los cuales, sale completamente solo.", añadía una voz de mujer.
En vídeo no se convirtió en noticia hasta 2004, cuando el programa 'Lo+Plus' emitió parte de él en mitad de una entrevista con el cantante. Tanto es así, que el Centro Jurídico Tomás Moro impulsó una querella contra Krahe y la productora del programa por haber "ofendido a los sentimientos religiosos", de acuerdo con el artículo 525 del Código Penal.
Cassandra Vera y los tuits sobre Carrero Blanco
Con Twitter el humor se ha convertido en una rutina ejercida por cientos de miles de anónimos que con más o menos retuits buscan la risa y la sátira. El caso de Cassandra Vera es, quizá, el más significativo de los últimos años, en tanto que sus chistes y chascarrillos pusieron en relieve el problema de libertad de expresión que puede traer consigo delimitar el humor.
La joven estudiante fue condenada por enaltecimiento al terrorismo a un año de prisión y siete de inhabilitación absoluta debido a trece comentarios en las redes sociales sobre el presidente del gobierno franquista Luis Carrero Blanco, asesinado por ETA en 1973.
"ETA impulsó una política contra los coches oficiales combinada con un programa espacial" o "Película: A tres metros sobre el cielo, Producción: ETA films. Director: Argala. Protagonista: Carrero Blanco. Género: Carrera espacial" son algunos de los comentarios que llevaron a la joven, estudiante de Historia, a los banquillos de la Audiencia Nacional. Finalmente, el Tribunal Supremo absolvió a la tuitera por unanimidad para, posteriormente, fijar una doctrina en pro de la libertad de expresión: no hay enaltecimiento si no hay riesgo de acto terrorista.
Facu Díaz, imputado por simular la disolución del PP
El humorista de No te metas en política, Facu díaz, fue imputado en 2015 por la Audiencia Nacional por un presunto delito de humillación a las víctimas del terrorismo. El motivo, un vídeo emitido en Público TV en el que aparecía encapuchado y anunciaba "el cese de la actividad armada del PP", en relación con los múltiples casos de corrupción con los que se vinculaba al partido.
"No es fácil dejarlo. Son muchos años mangoneando a la gente pero había que parar. También hay otros mercados que explorar. La trata de blancas, el tráfico de armas...", ironizaba el cómico.
Como en otros muchos casos, la Justicia terminó archivando la denunciapresentada por la asociación Dignidad y Justicia después de que Díaz declarase ante la Audiencia Nacional
Fanáticos religiosos contra 'Mongolia'
La provocación como ingrediente humorístico se ha convertido en la esencia de cada una de las portadas y carteles de espectáculos de la Revista Mongolia. Capitaneado por Edu Galán y Dario Adanti, el magacín ha sido capaz de decirle aEsperanza Aguirre "te jodes" sin ningún tipo de pudor y plasmar la imagen de la infanta Cristina con un "hija de puta" de fondo en otro de sus números.
Fue un cartel de publicidad para uno de sus shows en Cartagena lo que más ampollas levantó en una pequeña parte de la sociedad. Tanto es así, que la imagen en la que aparecía la Virgen de la Caridad con el rostro de Donald Trumpsosteniendo a un cristo con la cabeza de Hillary Clinton llevó a las puertas del teatro a decenas de fanáticos que pedían que se cancelara el espectáculo.
Esta no ha sido la primera vez que Mongolia consigue ofender a colectivos religiosos. De hecho, menos de un año después de la polémica en Cartagena los humoristas volvieron a tener problemas en Murcia por otro cartel en el que el famoso Ecee Homo aparecía en forma de silueta sudorosa en las axilas del ex seleccionador de futbol José Antonio Camacho.
Aunque estas ilustraciones no supusieron ningún problema legal, la publicación satírica también ha visto como la Justicia española ponía límites a sus provocadoras portadas. Fue en 2018 cuando el juzgado de primera instancia número 3 de Alcobendas condenó a Mongolia a pagar 40.000 euros a Ortega Cano por una caricatura del torero.
La portada secuestrada de 'El Jueves'
La imagen del rey Felipe —por entonces príncipe— manteniendo relaciones sexuales con la princesa Letizia en la postura del perrito. Una caricatura que venía a criticar los privilegios de la Casa Real y que se enmarcaba en el contexto político del denominado 'cheque bebé' del Gobierno de Zapatero.
"¿Te das cuenta? si te quedas preñada... eso va a ser lo más parecido a trabajar que he hecho en mi vida", decía Felipe VI en la viñeta.
Esta viñeta que abría el número 1.573 de El Jueves pasó a la historia rápidamente gracias al juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo, que ordenó su secuestro al considerarla como "irreverente". Una medida polémica, pero que no fue inédita en tanto que los números 1 y 7 de la revista ya fueron intervenidas judicialmente en 1977.
Diez años después, en 2017, volvieron a repetir el formato de la portada, también crítica con los privilegios de la corona, pero está vez con un cambio de protagonistas: la infanta Cristina y Urdangarín.
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