Israel ha derribado este sábado una torre de 14 plantas en la ciudad de Gaza, sede de la agencia de noticias estadounidense AP, la cadena de noticias Al Jazeera y otros medios internacionales. Se trata de la quinta alta torre que la aviación israelí bombardea en la actual escalada bélica con las milicias de Gaza.
La propia agencia Al Jazeera informaba en sus redes sociales de que Israel había dado el aviso de que bombardearía el edificio en cuestión de horas, para que así los periodistas que usaban la torre como oficina y como lugar de alojamiento pudieran evacuarlo.
También en sus redes sociales, la agencia compartió el vídeo del momento exacto en el que el inmueble se derrumbaba tras el impacto de cuatro misiles. En el vídeo se insiste en la importancia de la torre para un gran número de corresponsales y periodistas que informaban en directo desde Gaza y que a menudo hacían sus retransmisiones desde el tejado del edificio.
Según el Ejército israelí, el edificio "contenía activos militares pertenecientes a la inteligencia militar" del movimiento islamista Hamás, que se habrían ocultado en el inmueble precisamente debido a la presencia allí de medios de comunicación, que dijo son "utilizados como escudos humanos" del grupo.
La agencia de noticias estadounidense, Associated Press, asegura que se logró evitar una "terrible pérdida de vidas al evacuar a sus trabajadores a tiempo". "Estamos conmocionados y horrorizados después de que los militares israelíes destruyeran el edificio que albergaba la oficina de AP y otros medios de comunicación", aseguró Gary Pruitt, director de la agencia, en un comunicado. Pruitt remarcó que como consecuencia del bombardeo que derrumbó el edificio "el mundo sabrá menos de lo que pasa en Gaza".
"Es un acontecimiento increíblemente perturbador. Evitamos por poco una terrible pérdida de vidas. Una docena de periodistas y colaboradores estaban dentro del edificio y afortunadamente fuimos capaces de evacuarles a tiempo", agregó. Subrayó también que han pedido explicaciones al gobierno de Israel y están en contacto con el Departamento de Estado de EEUU para saber las causas del ataque.
Por su parte, Al Jazeera afirma en un comunicado que "la intención de este terrible crimen es silenciar a los medios de comunicación y ocultar la masacre y el sufrimiento no contado de la gente de Gaza". Mostefa Souag, director general de Al Jazeera, insiste en que "la destrucción de la torre es una flagrante violación de los derechos humanos y un crimen de guerra" y termina el comunicado denunciando que "el ataque a un edificio que acoge a medios de comunicación internacionales pretende silenciar la verdad matando al mensajero".
Este incidente tuvo lugar poco después de que las milicias palestinas de Gaza lanzaran una ráfaga de cohetes hacia Tel Aviv, la mayoría de los cuales fueron interceptados aunque uno de ellos impactó en la cercana Ramat Gan, donde un hombre de 55 años resultó muerto y 13 personas resultaron heridas. Estos ataques fueron tan solo dos de los múltiples que se registraron durante este sábado, incluyendo numerosos disparos de cohetes hacia las comunidades israelíes colindantes a Gaza y varios bombardeos israelíes sobre lo que describieron como objetivos militares de Hamás.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que anunció que la ofensiva "no ha terminado todavía", ha rechazado por el momento el alto el fuego. Gaza vivió esta madrugada una de sus peores noches. El bloqueado y castigado enclave palestino recibió una oleada de más de 50 bombardeos en cuarenta minutos, desde aire y tierra, que elevó los muertos en Gaza a al menos 126, entre ellos 31 niños.
Todo esto tiene lugar mientras el subsecretario adjunto para Asuntos Palestinos e Israelíes del Departamento de Estado de EE.UU., Hady Amr, se encuentra en la región para intentar mediar entre las partes, tras la visita esta semana de delegaciones egipcias, que no lograron gestionar un alto al fuego durante sus reuniones tanto en Gaza como en Tel Aviv.
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