¡En la mira del calentamiento global! México sufre el azote del cambio climático

Los efectos indiscutibles del cambio climático han logrado hacer mella en la nación mexicana, destacando la necesidad urgente de tomar medidas preventivas y correctivas. Sin duda, aún hay un camino largo por recorrer para contrarrestar los impactos de esta realidad climática.

La temperatura de la Tierra ha aumentado constantemente en las últimas tres décadas, un fenómeno que ha ido más allá de cualquier registro histórico previo al siglo XIX. Este patrón se ha evidenciado claramente en México, donde desde la década de 1960, el clima ha mostrado un giro drástico.

Este calentamiento constante, se ha atribuido a actividades humanas y ha influido directamente en el clima planetario, acelerando su cambio. La huella humana se ha convertido en un protagonista indiscutible en este fenómeno global, y México no ha sido la excepción.

Como respuesta a esta realidad, la administración mexicana ha asumido su papel en el escenario mundial. Ha refrendado sus compromisos globales y ha iniciado acciones para disminuir la emisión de gases que promueven el efecto invernadero, mientras se esfuerza por proteger a la población y los sectores económicos de los estragos del cambio climático.

Las consecuencias del cambio climático en México ya se manifiestan de manera clara:

• El país ha experimentado un aumento constante de la temperatura desde los años 60.
• El calentamiento global ha exacerbado la desertificación y las sequías en las regiones más áridas.
• Las temperaturas promedio en todo el país han aumentado 0.85 °C y las temperaturas invernales 1.3 °C.
• La precipitación ha disminuido notablemente en la región sureste en los últimos cincuenta años.

El Gobierno mexicano se ha convertido en un actor relevante en la lucha contra el cambio climático, asumiendo compromisos internacionales. México fue pionero entre los países en desarrollo en presentar sus metas de mitigación y firmó el Acuerdo de París. Se está trabajando constantemente para moverse hacia una economía que priorice la reducción de emisiones de carbono. Sin embargo, aún queda mucho por hacer para que México pueda enfrentar de manera más efectiva su vulnerabilidad al cambio climático.