El manejo del agua en España atraviesa una crisis sin igual
Aun con su pronunciada susceptibilidad a la sequía y amenaza de desertificación, España sigue fomentando un patrón de gestión hídrica que favorece la agricultura intensiva e industrializada a costa de su propia sustentabilidad.
La crisis hídrica en España se agrava
El manejo del agua en España sufre de insostenibilidad, en una era donde sequías extremas y la explotación excesiva de recursos hídricos ponen en peligro el suministro y la seguridad del agua y alimentos.
Restricciones en el uso doméstico de agua están volviéndose normales en muchos municipios. Simultáneamente, la naturaleza grita por ayuda, evidenciado por la desecación de parques nacionales clave como Las Tablas de Daimiel y Doñana.
Oleadas de calor empeoran los incendios forestales y sequías históricas propician una crisis hídrica sin precedentes que dejan nuestros ríos, humedales, acuíferos y reservas de agua en niveles críticos.
Nosotros, como sociedad, estamos permitiendo que el agua, nuestro oro líquido y esencial para la vida, se nos escape de las manos. La negligencia y la sobreutilización en sistemas de riego, piscinas y campos de golf reflejan un desconocimiento de las repercusiones futuras.
Transformamos el paraíso en un desierto
El desierto se expande, afectando a más de 9 millones de hectáreas de nuestro territorio. La reducción de lluvias y el aumento de temperaturas amenazan con escasez de agua para tres cuartas partes de la población española en 2050, principalmente en Sevilla, Granada, Córdoba o Murcia.
Las razones clave de esta desertificación incluyen las sequías extremas atribuibles al cambio climático, la explotación de acuíferos, el crecimiento de la agricultura intensiva, y la degradación y abandono del suelo.
Sequías, no sólo meteorológicas sino también hidrológicas, están cada vez más presentes debido al cambio climático y al uso irresponsable del agua.
La organización WWF pide un cambio radical en el manejo del agua, proponiendo ajustar la demanda a la oferta decreciente de recursos hídricos. En respuesta, la organización está desarrollando proyectos de ahorro de agua con tecnologías y prácticas agrícolas sostenibles, restaurando ecosistemas acuáticos, y luchando contra el robo y uso ilegal del agua. La crisis hídrica en España se agrava.
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