Contaminación urbana alcanza niveles críticos a nivel global
La contaminación del aire se ha convertido en una amenaza latente para gran parte de la población urbana a nivel mundial. Según datos recientes, la mayoría de la población que reside en áreas urbanas está siendo expuesta a niveles de contaminación que exceden las recomendaciones de salud pública.
En conmemoración del Día Internacional del Aire Limpio por un Cielo Azul 2023, diversos estudios señalan un panorama desalentador. En India, por ejemplo, en muchas ciudades con más de un millón de habitantes, más de la mitad de los días del año registran una calidad del aire por debajo de los estándares aceptables.
El escenario europeo tampoco es alentador. Aproximadamente el 85% de los residentes urbanos están expuestos a partículas finas perjudiciales, conocidas como PM2.5, lo que ha causado numerosas muertes en el continente. En África, la contaminación del aire ha sido más mortal que problemas como el acceso al agua potable, desnutrición infantil o la falta de saneamiento.
Mientras que América del Norte presenta un escenario dual: ciudades como Toronto y Vancouver destacan por su aire limpio, otras como Denver o Washington reflejan altos niveles de polución. En América del Sur, ciudades como Santiago de Chile sufren por altos índices de contaminación.
Sin embargo, hay destellos de esperanza. Desde 2014, varias metrópolis chinas han logrado reducir significativamente sus niveles de contaminantes peligrosos.
Los impactos de esta polución en la salud son variados. Se ha descubierto una posible relación entre la contaminación del aire y enfermedades como la demencia o el Alzheimer. Además, la polución puede ser un factor distractor para los conductores, aumentando los accidentes de tráfico. Se estima que cada año, 780,000 niños menores de cinco años fallecen debido a la contaminación del aire.
Los efectos de la contaminación también se reflejan en la naturaleza, afectando la disponibilidad de agua y ecosistemas enteros. El derretimiento acelerado de los glaciares en regiones como el Himalaya y el Tíbet es una clara señal de ello.
Las repercusiones económicas también son evidentes. Se prevé que los costes sanitarios relacionados aumenten significativamente para 2060.
Es imperativo que todos tomemos conciencia y acciones frente a esta crisis. Proyectos en distintas ciudades buscan sensibilizar y educar a la población sobre la magnitud del problema y cómo podemos ser parte de la solución.
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