Consejos cruciales para evitar el azote de las enfermedades alimentarias
El Ministerio de Consumo ha hecho público un conjunto de recomendaciones esenciales para garantizar la seguridad alimentaria y proteger nuestra salud. Al parecer, la inocuidad de los alimentos es un campo minado de potenciales peligros que se extiende desde nuestras fuentes de suministro hasta nuestros métodos de preparación y conservación.
Primero, enfatizan la higiene personal y del entorno. Insisten en que uno debe lavarse las manos repetidamente durante la preparación de la comida y después de usar el baño. Recomiendan una limpieza exhaustiva de todas las superficies y utensilios de cocina, así como la protección de los alimentos de insectos y mascotas, guardándolos en recipientes cerrados.
Además, subrayan la importancia de separar los alimentos crudos de los cocidos, para evitar la contaminación cruzada. Nunca se deben usar los mismos utensilios para tratar alimentos crudos y cocidos, y estos deben ser almacenados en recipientes distintos.
Sobre la cocción, aseguran que los alimentos deben ser cocidos hasta el punto óptimo, especialmente la carne, el pollo, los huevos y el pescado. Las sopas y guisos deben hervir y la comida ya preparada debe ser recalentada adecuadamente.
Los alimentos deben mantenerse a temperaturas seguras para evitar la proliferación de bacterias. Los alimentos cocinados y perecederos deben ser refrigerados rápidamente, y nunca se deben descongelar a temperatura ambiente. Los alimentos para niños deben consumirse inmediatamente una vez preparados.
Por último, recomiendan el uso de agua potable y alimentos frescos. Las frutas y las verduras deben lavarse, especialmente si se van a consumir crudas, y se debe evitar el consumo de leche no procesada y alimentos caducados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario