En una región interior de Cataluña, específicamente en Osona y particularmente en Manlleu, se ha detectado un alarmante aumento en la contaminación del aire. Este fenómeno, comparado por expertos con los niveles observados en ciudades de China e India, se debe a una combinación de factores locales y climáticos. Durante el invierno, la quema de biomasa y purines, junto con fenómenos meteorológicos como la inversión térmica, contribuyen a un estancamiento del aire contaminado. Las mediciones recientes en la zona han revelado concentraciones de partículas PM10 que superan considerablemente los límites recomendados, alcanzando niveles que rara vez se ven en Europa.
Manlleu, con una población de 20,000 habitantes, se destaca como uno de los dos lugares en Cataluña que exceden los límites de calidad del aire establecidos por la Unión Europea, siendo el otro Barcelona. A pesar de los esfuerzos y mejoras en la industria, la contaminación doméstica sigue siendo un desafío significativo, especialmente durante las festividades, cuando las emisiones se disparan. Los expertos sugieren que la solución a largo plazo radica en la reducción de emisiones, ya sea a través de cambios en los sistemas de calefacción doméstica o en una disminución del tráfico.
La salud de la población local se ve gravemente afectada por estos picos de contaminación, relacionándose con un aumento en consultas médicas por problemas respiratorios, ictus y una mayor prevalencia de enfermedades crónicas y cardiovasculares. Se recomienda a los habitantes tomar medidas preventivas durante estos episodios, como evitar el uso excesivo del automóvil, revisar las calefacciones y utilizar mascarillas.
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