La administración regional de Galicia (PP) ha asignado un millón de euros a campañas publicitarias para medios de comunicación, generando debate en un momento de crisis ambiental significativa y a tan solo 40 días de las próximas elecciones. La decisión, publicada recientemente, designa fondos para promocionar servicios de emergencia, transporte público y acciones gubernamentales.
Este movimiento ha levantado cuestionamientos sobre las prioridades del gobierno, especialmente dado el reciente desastre ecológico en las costas gallegas, donde se ha reportado una marea de pellets contaminantes. Voluntarios han sido vistos limpiando las playas, mientras el gobierno parece enfocarse en mejorar su imagen a través de la publicidad.
Dos compañías han sido seleccionadas para llevar a cabo estas campañas, a través de un proceso restringido que limita la competencia y plantea interrogantes sobre la transparencia y el uso eficiente de los fondos públicos. La asignación de estos contratos se ha realizado en un contexto delicado, donde las necesidades ambientales y sociales parecen relegadas ante la urgencia de promover una imagen gubernamental favorable ante la inminente cita electoral.
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