20 feb 2014

LPI, impuesto de cita

fuente: JR Mora

de JR Mora

Este engendro de anteproyecto de reforma de la Ley de Propiedad Intelectual (LPI)  (ver texto .doc) pretende apuntalar los vestigios de la época del reinado del papel. Y lo que es peor, seguir persiguiendo el enlace como delito o infracción y de paso cargarse el derecho de cita. Y si cuadra, el de divulgar y opinar.
Y es que va contra la naturaleza de internet: enlazar y en contra el propio objetivo de los medios de comunicación y difusión.
Nunca se ha leído, comentado,  debatido y difundido tanto  lo que se publica en los medios como ahora, la prensa en internet está viviendo una nueva juventud gracias a redes sociales, blogs y agregadores, y se arriesgan a que esto cambie y también lo pierdan.  Un calco de aquel discurso del lloriqueo de las pérdidas de la industria cultural. Otro rescate, ahora a la industria de los medios.
Pero los empresarios,  varados en en el negocio prehistórico de la venta de la copia están encantados con el nuevo impuesto a la cita que está preparando el gobierno.

de JR Mora

A lo que toda la vida han sido lectores indirectos, ahora algunos medios se toman la licencia de llamarlos “piratas”.
Como El País, que lo celebró titulando así:

pirateria

O ABC, que junto al dibujo de un barco pirata y un simpático “cerco a la piratería” añade este titular en su portada:
gratistotal

(Hoy ambos medios castigados sin enlace)
Es un impuesto a medida, que como era de esperar se lo repartirán las sociedades privadas de gestión (CEDRO, VEGAP) engordando  barriga propia y la de los tres o cuatro medios más “influyentes”.
Llamarlo “Tasa Google” es otro subterfugio para  que el lector común crea que es algo  del internet de las grandes empresas de por ahí lejos.
A falta del texto definitivo pueden colocarle  la tasa a cualquier cosa digital, desde un blog a un servicio cualquiera que permita agregar feeds.
Quedan muchas cosas por definir, las principales son en qué consistirá eso del “fragmento no significativo” y la tarifa a pagar, que para colmo no se permitirá que un medio pueda renunciar a su derecho de remuneración en favor de los agregadores.
Eso sí, los medios pueden seguir usando trabajos ajenos por motivos de interés general o actualidad (concepto bastante ambiguo). O si no es de actualidad tampoco importa, siempre podrán seguir  añadiendo un pre-roll de publicidad a vídeos del tubo para hacer caja con trabajo ajeno y ni citar al autor,  bastará un ridículo (Fuente:Youtube).
O usando fotografías de Twitter, Facebook, etc por la cara o viñetas sin atribuir autoría o incluso mostrándolas como propias. Que sea el creador el que pelee por su cuenta y se gaste los cuartos en reclamar una simple cita.
Esta LPI no beneficia a nadie, pero sobre todo no persigue el pago a esos que llaman propietarios intelectuales, es otra basura mercantilista más. Las empresas de comunicación no repartirán un céntimo entre los creadores de esas propiedades porque muchos de ellos deben firmar contratos en los que se ceden todos los derechos de sus creaciones, sin restricciones, a la empresa.
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