Las acciones de Facebook, el gigante estadounidense creado por Mark Zuckerberg, se desplomaron un 6,8% en la sesión bursátil de Wall Street. La compañía fue castigada en el mercado tras las revelaciones sobre el uso sin permiso por parte de la empresa Cambridge Analytica de datos personales de millones de usuarios de esta red social. Esta consultora especializada en asuntos electorales, fundada en EE UU y que trabajó para la campaña presidencial de Donald Trump en 2016, obtuvo y manipuló de forma irregular a través de su matriz británica información de 50 millones de usuarios de Facebook en Estados Unidos. La compañía suspendió la semana pasada la cuenta de la consultora electoral que trabajó para el presidente estadounidense.
El temor es que este incidente degrade la confianza de sus usuario y de los anunciantes que utilizan la plataforma y, en paralelo, lleve a las autoridades en Estados Unido y Europa a regular la manera con la que comercia los datos. Aun así, los analistas del sector tecnológico de RBC creen que las pilares del negocio de Facebook no cambian con este incidente. Es su manera de anticipar que no espera una reacción por parte de los anunciantes, porque es la plataforma más poderosa junto a la de Google. Aunque sí admite que hay un riesgo regulador que puede llevar a la adopción de normas para proteger los datos de sus usuarios.
Una investigación conjunta de The New York Times y The Observer reveló la semana pasada que en 2014 la compañía se hizo con una base de datos de pretendido uso académico y la explotó sin permiso para elaborar estrategias electorales durante las elecciones intermedias de Estados Unidos. Se trata de uno de los mayores hurtos de información de la historia de Facebook. Dos años después, Cambridge Analytica, que todavía estaba en posesión de ese ingente material, dio servicio a la candidatura presidencial del republicano Trump, que ganó las elecciones de noviembre de 2016.
Cambridge Analytica consiguió los datos a través de un psicólogo de la Universidad de Cambridge —con la que la firma, del mismo nombre, no tiene relación—. El psicólogo, el rusoamericano Aleksandr Kogan, logró tener permiso de Facebook para pedir datos a sus usuarios con una aplicación pensada para estudios de su disciplina. Kogan, financiado con 800.000 dólares por Cambridge Analytica, consiguió que participasen unas 270.000 personas con perfiles en esta red social y recabó datos como identidades, localizaciones y gustos. A su vez, la app le permitió, de manera derivada, llegar a la información de los amigos de aquellos, multiplicando hasta 50 millones de usuarios el alcance de su acopio.
Protección de datos
Compartiendo el material con Cambridge Analytica, el psicólogo violó las políticas de protección de datos de Facebook. "En 2015, supimos que Kogan nos mintió y violó nuestras políticas de plataforma al pasar datos de una aplicación que usaba Facebook Login a SCL/Cambridge Analytica, una firma que realiza trabajo político, gubernamental y militar en todo el mundo", dijo el comunicado del viernes de Facebook, firmado por su vicepresidente Paul Grewal.
La empresa Cambridge Analytica fue creada en 2013 con la financiación del multimillonario estadounidense Robert Mercer, mecenas republicano y considerado uno de los principales pulmones económicos de la campaña de Trump. Por aquel entonces, dos años antes de que el constructor neoyorquino se hubiera lanzado a la carrera presidencial, Mercer invirtió 15 millones con el objetivo de poseer una herramienta que permitiera conocer a los votantes e influir en sus decisiones. Al frente de la compañía estaba el británico Alexander Nix, que había dirigido en su país la consultora sobre mercadotecnia de los comportamientos Strategic Communication Laboratories (SLC) y después había puesto sus ojos en el lucrativo mercado de las campañas políticas estadounidenses.
Nix llegó a Mercer a través de Stephen Bannon, a la postre asesor jefe de la campaña de Trump y que también se integró como miembro e inversor de la nueva compañía que creó Nix en Estados Unidos. Durante la campaña de 2016, Cambridge Analytica trabajó para dos candidatos republicanos, primero Ted Cruz y después Trump. También dio servició en 2016 a la campaña promotora del Brexit. La empresa está siendo investigada por el fiscal especial que investiga la supesta interferencia rusa en las elecciones estadounidenses, Robert Mueller, que ha pedido los correos electrónicos de los empleados de Cambridge Analytica que trabajaron para la candidatura de Donald Trump.
Más gasto en seguridad
En la última presentación de resultados trimestrales, Mark Zuckerberg explicó que están incrementado el gasto operativo para elevar la seguridad de la plataforma y tener un mejor control sobre los datos de sus usuarios. Este nuevo episodio, como recuerdan desde Wells Fargo se suma a la difusión de noticias falsas y de anuncios con vínculos rusos que trataron de influir durante la campaña electoral.
“Este puede ser potencialmente más serio”, señalan desde el banco de San Francisco, “y podrá a la compañía bajo un mayor escrutinio por parte de los reguladores”. La reflexión que hacen desde Credit Suisse es que Facebook es ya una compañía lo suficientemente madura para asumir una mayor responsabilidad al gestionar su ecosistema y eso es clave para preservar la confianza de sus usuarios y clientes.
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