15 jul 2021

La mitad de los jóvenes ya no se saca el carné: "Tener coche es un lujo"

Marina tiene 31 años y es de Madrid. No tiene coche y tampoco quiere tenerlo: "Es muy caro y puedo ir en transporte público". Aunque la mayoría de sus amigos tienen carné de conducir, ella no cuenta con sacárselo, pese a que es consciente de la independencia y la libertad que supone. Y parece que el caso de Marina es cada vez más habitual entre la población.


Según los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), desde 2011 la tasa de permisos de conducir registrados en España ha bajado en prácticamente todos los grupos de edad. Entre la población de 35 y 39 años, menos de la mitad tiene permiso de conducir, mientras que en 2011 eran el 60%. Le sigue el grupo de entre 45 y 49 años, con una caída de nueve puntos respecto a ese año.


Los más jóvenes, de entre 18 y 20 años, también se sacan menos el carné, con una diferencia de cinco puntos con respecto a hace 10 años. Javier Lara, director de Autoescuela Lara, lo corrobora: "En los meses de junio y septiembre, las autoescuelas se llenaban de gente de 18 a 20 años. Ya no".


En total, la tasa de permisos por habitante en la población menor de 34 años es del 48%. "Me parece muy caro, y más hoy en día para la gente joven, que lo tenemos muy difícil por culpa de los contratos basura", dice Alex. Tiene 30 años y es de San Fernando de Henares, en Madrid. Aparte del coste, Alex cuenta que tampoco tiene tiempo, porque el trabajo lo ocupa todo.


Lara también achaca la bajada en la obtención de permisos al problema de la precariedad laboral. "La gente de más de 30 años se sacaba el carné antes de tener hijos. Ahora no los tienen o los tienen más tarde por el coste que supone, así que no ven el carné como algo necesario".


Los jóvenes entrevistados coinciden en que la causa principal por la que no se sacan el permiso es el precio. La precariedad laboral complica que puedan asumir los costes y la falta de tiempo tampoco ayuda. Lara sitúa el precio de obtención del carné en torno a los 1.200 euros, teniendo en cuenta las clases y los exámenes. Pero es habitual que la cifra vaya en aumento cuando no se aprueba a la primera.


Javier tiene 35 años y tampoco tiene permiso de conducir. Es de El Escorial, pero lleva tiempo viviendo en Madrid capital. "Tener un coche es un lujo. Empiezas a pensártelo cuando te planteas formar una familia, pero con todos los gastos que tienes, no te lo puedes permitir".


En el otro extremo, el grupo de edad de entre 70 y 74 años cuenta con más permisos ahora que hace 10 años: la tasa de personas con carné ha pasado del 17% al 30% de la población de esa edad. La Confederación Nacional de Autoescuelas cree que esta subida en las tasas puede deberse a que la población de esta edad se encuentra cada vez en mejores condiciones y tiene una vida más activa.


Más caída en el sur y la costa mediterránea

El detalle municipal muestra también que esta tendencia a la baja en la obtención del permiso de conducir guarda relación con el tamaño de las ciudades. En los municipios más grandes, el descenso ha sido mayor. También se aprecia cómo en el sur del país la caída respecto a hace una década es más evidente que en zonas del centro o del norte, igual que ocurre con los municipios de la franja costera.


El municipio de Carrascosa, en la provincia de Cuenca, es el que mayor caída ha tenido en la tasa de permisos por habitante desde el año 2011. Desde entonces, la localidad ha pasado de tener 117 habitantes a 67. En el otro extremo se sitúa Abajas, en la provincia de Burgos, con una subida de casi 63 puntos en la última década.


Se trata en ambos casos de pueblos muy pequeños, por lo que las variaciones no son muy representativas. En los municipios cuyo número de habitantes oscila entre 20.000 y 50.000, la proporción de permisos ha bajado cuatro puntos desde 2011. Los siguen los municipios de entre 10.000 y 20.000 habitantes, con una reducción de tres puntos. A diferencia de estos, en los pequeños municipios (con menos de 100 habitantes) la tasa de permisos aumenta ligeramente. Muchos de estos pueblos se encuentran en zonas poco pobladas y con poblaciones más envejecidas, entre las que la ratio de conductores ha crecido.


"Vivo en Madrid y es una ciudad muy bien comunicada. Puedo moverme en transporte público sin problemas y además me ahorro lo que cuesta la gasolina", explica Marina. El suyo es el caso de muchos otros jóvenes que viven en grandes ciudades. En los municipios más pequeños o peor comunicados, sin embargo, el coche se convierte en un aliado imprescindible, ya que muchos habitantes lo necesitan para ir a trabajar.


Entre la población más joven, Cádiz y Alicante son las provincias donde más ha bajado la tasa de conductores. Desde la Autoescuela Paco de Alba, en Conil de la Frontera (Cádiz), explican que muchos jóvenes no se apuntan porque se van a estudiar fuera. "Algunos se lo sacan después, con 25 años, pero muchos otros ni siquiera se lo sacan". Superados los 30, según su percepción, "es muy raro" ver a gente sacándose el carné.


A nivel municipal, las tasas más bajas de conductores jóvenes se concentran en la Comunidad Valenciana. Entre las localidades con al menos 5.000 habitantes, Torrevieja, Alginet y Xátiva son las que cuentan con menos carnés por habitantes menores de 34, todas ellas con una tasa del 8% de conductores sobre la población de esta edad.


En contraposición, los municipios con mayor tasa en menores de 34 años son Villaviciosa, en Asturias; Pereiro de Aguiar, en Ourense, y San Fulgencio, en Alicante. En todos ellos, casi la mitad de la población de entre 18 y 34 años tiene permiso de conducir.

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