Las ciudades están encargadas de gestionar los residuos que generan sus habitantes, un costoso desafío que engulle gran parte de los presupuestos municipales. Los municipios utilizan sistemas de recogida selectiva para diferentes tipos de residuos. Los residuos de envases ligeros son responsabilidad de Ecoembes, una entidad que gestiona el dinero de los consumidores destinado a su recogida y clasificación.
Sin embargo, esta gestión es insuficiente. Ecoembes solo cubre una fracción del coste total, dejando a los ayuntamientos con la carga de recoger y tratar residuos cuya responsabilidad debería recaer en Ecoembes. Según estimaciones, este déficit asciende a unos 1700 millones de euros anuales, una cantidad que podría liberar recursos públicos significativos si se gestionara de manera adecuada.
Es necesario un ajuste en las dotaciones de personal y vehículos para mejorar la recogida selectiva y hacer espacio para todos los residuos entregados de forma separada. Por ejemplo, en Madrid, la dotación actual solo cubre un tercio de todos los residuos de envases que se recogen. Para mejorar, el esfuerzo debe triplicarse, lo que implicaría un incremento de la contribución de Ecoembes de 20 a 60 millones de euros anuales.
Los municipios deben ser conscientes de que podrían ahorrar mucho dinero del presupuesto si exigen a las entidades como Ecoembes que asuman la responsabilidad de la recogida de los residuos con el dinero que ya pagaron los consumidores. Al negociar los próximos acuerdos, se debe recordar que Ecoembes nos debe, cada año, 1700 millones de euros. ¿Continuará perdonando esta deuda o la reclamará para mejorar la limpieza de la ciudad y reducir el impacto de los residuos?
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