Segundo golpe a la estrategia de defensa de los 65 acusados por las llamadas tarjetas 'black' en general y del ex ministro de Economía Rodrigo Rato en particular. Tras la declaración de ayer del ex secretario Enrique de la Torre negando que las 'visas' fueran un complemento retributivo, el ex número dos de Bankia, Francisco Verdú, que no usó su tarjeta, ha sugerido hoy que Rato la utilizó para sortear la decisión del Gobierno de limitar los salarios en las empresas públicas a 600.000 euros.
"Rato estaba preocupado desde hace meses porque antes del Real Decreto que limitaba el sueldo de los directivos de las empresas públicas ya se había hablado de que podía haber una limitación". Esta declaración de Verdú echa por tierra parte de la estrategia defensiva del ex presidente de Bankia y ex ministro de Economía.
Rato aseguró en su declaración en el tribunal que juzga el presunto uso fraudulento de las tarjetas 'black' que las 'visas' que aprobó en 2012 para él y otros tres altos cargos de Bankia -el propio Verdú, el vicepresidente José Manuel Fernández Norniella y el entonces director general, Ildefonso Sánchez Barcoj- eran un "instrumento de liquidez que no aumentaba el salario de los directivos". "Era mi salario, tenía derecho a él y lo agotaba", señaló.
Verdú, en cambio, ha explicado hoy que en su contrato no aparecía como instrumento de pago ninguna tarjeta de la que no había que justificar los gastos y que por esa razón no la utilizó nunca. De hecho, ha señalado al tribunal que avisó a Rato -y a Sánchez Barcoj- de que su uso era fraudulento e ilegal. "Si la utilizas para gastos personales, saldrás en los papeles", advirtió al ex ministro. "Cuando se lo dije se enfadó bastante, se molestó", ha explicado en la sala.
Contrasta su declaración con la de Rato, que dijo ante el tribunal que "Verdú conocía la existencia de las tarjetas, la aceptó y no dijo nada". En la causa obra el contrato de la tarjeta de Verdú firmado por él mismo. Sin embargo, el ex consejero delegado de la caja ha declarado que esa firma no es suya y que "presuntamente" Barcoj la falsificó.
El excel, correcto
El segundo golpe de hoy a la estrategia de defensa de los acusados ha sido la declaración de Iñaki Izaola, director corporativo de auditoría interna en Bankia desde septiembre de 2012. Es la persona encargada de realizar la investigación interna sobre los gastos de las tarjetas, aportadas como prueba al tribunal en una hoja excel que ha sido desautorizada por los acusados.
Los consejeros no reconocen los gastos de la hoja de excel y calculan que hay "entre 3.000 y 6.000 errores"
Durante sus declaraciones en las sesiones anteriores, la mayoría de los consejeros y directivos procesados no han reconocido como válida esa hoja de excel alegando multitud de fallos en sus anotaciones. El ex consejero Alberto Rekarte las calculó en "entre 3.000 y 6.000 errores en total". Aseguran los procesados que hay gastos reflejados en la hoja excel en horas similares en lugares diferentes, incluso ciudades y países diferentes.
Izaola ha defendido la prueba asegurando que los gastos no están "manipulados ni retocados", según ha confirmado, ha dicho, el jefe de tecnología de la entidad. Según su explicación, la coincidencia de gastos a la misma hora en lugares diferentes se debe a que algunos comercios "transmiten su operativa en un mismo momento". Además, cada banco que participa en la operación la ratifica en momentos distintos. Según sus palabras, la cuantía total gastada que aparece en el excel coincide con lo apuntado en las cuentas de Caja Madrid.
Tercer golpe
Estas dos declaraciones se suman a la realizada ayer por el ex secretario de la caja, Enrique de la Torre. Ha sido señalado por la mayoría de procesados como la persona que les entregó la 'black' y la persona que les explicaba en qué se podía gastar y para qué servía. La mayoría declararon que De la Torre les explicó que era "de libre disposición para gastar en lo que quisieran y que la caja se encargaba de la tributación".
Es por tanto una figura clave que el lunes desmontó la estrategia de los acusados al declarar que las tarjetas eran para gastos de representación y no parte del salario porque lo prohibía la legislación interna de la caja. Una de las diferencias entre una y otra opción es que una no había que declararla en el IRPF y la otra, sí. De la Torre es el directivo que bautizó a las tarjetas en un correo electrónico como 'black a efectos fiscales'. La Fiscalía solicita para él dos años de prisión.
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