El próximo 12 de enero la estrella de cine egipcia, Rania Youssef, deberá presentarse ante los estrados en El Cairo para responder a una denuncia de inmoralidad en su aparición durante la clausura del Festival de Cine de El Cairo, evento al que asistió con un vestido negro de encaje y con transparencias que dejaba ver sus piernas desde la altura de la cintura.
Fueron tres abogados los que presentaron la denuncia, alegando que Youssef cometió un “acto obsceno en público”, e incitó “al libertinaje, la lujuria, la tentación y extendió el vicio por medios que violan las normas establecidas en la sociedad egipcia".
El periódico estatal en línea Al-Ahram Gate confirmó la demanda, que se dio luego de fuertes reacciones en las redes sociales, donde la artista fue objeto de insultos y comentarios en su contra, basados en las costumbres conservadoras del país musulmán.
Y a los comentarios de reproche se unió también el sindicato de actores del país, que comentó en un comunicado que, algunos invitados al evento "no se ajustaron a las tradiciones de la comunidad y sus valores y morales".
Tras el incidente Youssef publicó un comunicado en su cuenta de Twitter, en el que se disculpó con las familias a las que pudiera haber ofendido con su elección de vestimenta; agregó que no esperaba que su vestido causara tanta ira.
"Me gustaría disculparme de nuevo, como actriz con un crédito bueno y positivo con mis admiradores, y espero que todos puedan entender que tenía buenas intenciones y no quería enojar a nadie", escribió.
La 'inmoralidad', un caso recurrente en Egipto
El caso de la actriz Rania Youssef no es el primero en su clase. Ya en 2015 un tribunal egipcio había condenado a seis meses de cárcel a dos bailarinas de danza del vientre, que fueron señaladas de "incitar al libertinaje" en dos vídeos musicales.
Y en 2016 el novelista egipcio, Ahmed Nayi, fue condenado a dos años tras las rejas por la publicación de una novela erótica; sin embargo, en su caso, la sentencia fue anulada.
Años antes, un tribunal administrativo de El Cairo ordenó el cierre de un canal de televisión con contenidos de danza del vientre. El argumento también en ese entonces fue el daño a la "moral pública".
Fueron tres abogados los que presentaron la denuncia, alegando que Youssef cometió un “acto obsceno en público”, e incitó “al libertinaje, la lujuria, la tentación y extendió el vicio por medios que violan las normas establecidas en la sociedad egipcia".
El periódico estatal en línea Al-Ahram Gate confirmó la demanda, que se dio luego de fuertes reacciones en las redes sociales, donde la artista fue objeto de insultos y comentarios en su contra, basados en las costumbres conservadoras del país musulmán.
Y a los comentarios de reproche se unió también el sindicato de actores del país, que comentó en un comunicado que, algunos invitados al evento "no se ajustaron a las tradiciones de la comunidad y sus valores y morales".
Tras el incidente Youssef publicó un comunicado en su cuenta de Twitter, en el que se disculpó con las familias a las que pudiera haber ofendido con su elección de vestimenta; agregó que no esperaba que su vestido causara tanta ira.
"Me gustaría disculparme de nuevo, como actriz con un crédito bueno y positivo con mis admiradores, y espero que todos puedan entender que tenía buenas intenciones y no quería enojar a nadie", escribió.
La 'inmoralidad', un caso recurrente en Egipto
El caso de la actriz Rania Youssef no es el primero en su clase. Ya en 2015 un tribunal egipcio había condenado a seis meses de cárcel a dos bailarinas de danza del vientre, que fueron señaladas de "incitar al libertinaje" en dos vídeos musicales.
Y en 2016 el novelista egipcio, Ahmed Nayi, fue condenado a dos años tras las rejas por la publicación de una novela erótica; sin embargo, en su caso, la sentencia fue anulada.
Años antes, un tribunal administrativo de El Cairo ordenó el cierre de un canal de televisión con contenidos de danza del vientre. El argumento también en ese entonces fue el daño a la "moral pública".
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