Según un informe reciente, una fracción significativa de las aportaciones tributarias destinadas a fines sociales también va dirigida a la iglesia. Juanjo Pico, especialista en finanzas, ha desglosado el funcionamiento de este sistema.
El proceso se desencadena cuando los contribuyentes marcan la casilla de "fines sociales" en sus declaraciones de la renta. Este procedimiento, en teoría, dirige parte de los impuestos a proyectos sociales y caritativos. Sin embargo, una revisión detallada de los flujos financieros ha revelado que la iglesia recibe aproximadamente el 50% de estos fondos.
El análisis de Europa Laica proporciona una visión más clara del sistema fiscal actual, subrayando la necesidad de una mayor transparencia en el manejo de los fondos públicos. Aunque la opción de aportar a fines sociales fue diseñada para permitir a los contribuyentes apoyar directamente a proyectos de caridad y desarrollo, la realidad de la situación parece ser algo diferente.
Este hallazgo ha generado un debate público sobre la financiación de la iglesia y ha llevado a los ciudadanos a cuestionar si las contribuciones a fines sociales deberían dividirse de manera equitativa entre todos los proyectos caritativos y de desarrollo, en lugar de dirigirse principalmente a la iglesia.
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