14 jun 2023

Vivir con agua salada: en los súper de Montevideo faltan bidones y se preparan para lo peor


No es realismo mágico. No es un pueblo al que le cayó una maldición que convirtió el agua potable en salada. Pero en Montevideo se abre la canilla y el agua está salada.

Se siente apenas toca la lengua. Definirla como salada es poco. Tomarla produce el reflejo de escupir. El gusto del agua en la capital de Uruguay no es ficción. 

Tampoco es ficción que falten los bidones de agua mineral en las cadenas de supermercados. Ni la reposición constante en los hiper más grandes, donde se ven carteles de "venta sólo para consumo familiar".

Clarín recorrió Montevideo, una ciudad que se prepara para el peor escenario, aunque entre todas las posibilidades que barajan lo vean como "improbable". Una sequía histórica dejó casi por los talones las reservas de agua potable en esta zona de Uruguay y el máximo temor es que se agoten.

Además de rechazo, hay miedo e incertidumbre (incluso protestas, como "no es sequía, es saqueo", contra del agro) por ese sabor salado.

El aviso a los clientes que pone límites a las compras de agua mineral. Juano Tesone / Enviado especial
El aviso a los clientes que pone límites a las compras de agua mineral. Juano Tesone / Enviado especial

En el país del termo bajo el brazo, el mate sólo se toma con agua mineral y la de la canilla se deja para bañarse, lavarse los dientes o cocinar fideos.

¿Por qué salada? La falta de agua dulce llevó a que se mezclen los suministros con agua del estuario del Río de la Plata, eso es lo que alteró su sabor y elevó sus niveles de sodio y de cloruros.

No hay desesperación. Pero de este lado del charco hay sed. Es real que hay una crisis hídrica. Se siente en la boca y se escucha en la calle.

El escenario distópico en el que el Gobierno uruguayo tenga que salir a decir que el agua que sale de los grifos ya no se puede consumir, por el momento, está lejos de ocurrir. Pero en el círculo chico de las decisiones hídricas es una posibilidad a tener en cuenta.

​“Se está haciendo todo para que eso no pase, que nunca falte el agua potable”, dicen a este medio desde OSE, la empresa estatal que suministra agua potable a todo el país.

El escenario sigue seco

El agua de OSE (el monopolio nacional que con sus diferencias zonales sería como nuestra Aysa de Argentina) para Montevideo y el área metropolitana, donde viven unos 1,8 millón de personas, proviene de fuentes superficiales.

Las góndolas copadas por el agua mineral, lo más demandado, en un súper de Montevideo. Foto: Juano Tesone / Enviado especial
Las góndolas copadas por el agua mineral, lo más demandado, en un súper de Montevideo. Foto: Juano Tesone / Enviado especial

La fuente es el rio Santa Lucía (el grande y chico) y la represa de Paso Severino es la principal reserva de agua dulce cuando el santa Lucía no "alcanza".

Se necesitan entre 550.000 y 600.000 metros cúbicos por día para abastecer a la capital y el Paso Severino está en mínimos históricos desde 1949. "Hoy en día estamos a menos del 6% de las reservas".

Por eso es que con esta sequía de más de tres años, la peor en siete décadas de registros, se ruega por lluvias (no pronosticadas para esta semana) y se apela a la "dulzura" que se pueda encontrar en el subsuelo.

Pasaron más de 10 días del "Plan B", como habían definido desde OSE al inicio de las perforaciones en un parque icónico de Montevideo, en busca de agua potable. Consiste en llenar desde ahí los camiones cisterna, sin necesidad de que vayan y vuelvan desde Costa Azul, para abastecer a hospitales y escuelas de la zona. 

Pero del Parque Batlle, unas 60 hectáreas verdes cercadas por avenidas de alto tránsito, donde está el Obelisco y el Estadio Centenario de fútbol, todavía no brota el agua dulce.

"Van a sacar agua de dos pozos de 90 y 42 metros de profundidad, pero falta montar infraestructura, que se hace en unos días más. La semana que viene también van a empezar a perforar en otro lugar de la zona", aclara la empresa.

En los supermercados cuentan que los proveedores entregan menos cantidad de agua desde la crisis por la sequía. Foto: Juano Tesone / Enviado especial
En los supermercados cuentan que los proveedores entregan menos cantidad de agua desde la crisis por la sequía. Foto: Juano Tesone / Enviado especial

Y se buscarán otras fuentes de agua dulce, "que implicarán obras de algunos meses". Ese ya es el Plan "C". Y arrancó. Hay varios planes paralelos.

La falta de este recurso puso en tensión a la política. Mientras se remarca la falta de inversión estatal en infraestructura, y la falta de previsión de la escasez, la intendenta de Montevideo tuitea que lleva agua a escuelas, comedores y hasta refugios de animales. La acusan de estar haciendo un aprovechamiento político de este déficit líquido.

Del otro lado, este martes OSE anunció que se abrió el pliego de la licitación del Proyecto Arazatí: "La inversión en agua potable más grande en 150 años" (200 millones de dólares). Apoyado por Lacalle Pou, pretende producir 200.000 m3/d netos de agua potable a partir del agua captada desde el Río de la Plata, para que Montevideo y Canelones ya no dependa de fuentes superficiales hoy resquebrajadas.

"Nunca hubo un deadline oficial sobre cuándo se acabarían las reservas de agua dulce. Es algo que trascendió periodísticamente. También lo de que son necesarios 8 días de lluvias ininterrumpidas. El escenario es dinámico con el agua. Tiene que llover por ejemplo en Lavalleja, no en Montevideo, para que aumenten los niveles. Hay que mantener la calma y saber que el agua de la canilla sigue siendo potable", cierran desde OSE.

Furor por los bidones de agua mineral

"Lo del agua salió en mayo en las noticias, pero mucho antes dejamos de usar la de la canilla para hacer el café. Pero cada vez se fue sintiendo más salada. No podés servir un café salado. Ahora tenemos un montón de botellas de litro acá acumuladas porque la gente particular empezó a comprar los bidones de 6 litros", cuenta a Clarín la encargada de una cafetería gourmet sobre la calle 21 de Septiembre.

Los faltantes de bidones de agua mineral se ven también a unas cuadras de ahí, en uno de los minimercados de la cadena Frog. Los pedidos al proveedor Vitale (de Coca-Cola) antes eran dos veces por semana, de a 200 bidones.

"Ahora pedimos más veces y te traen lo que pueden. De a 100, 80. Van repartiendo de a poco. Nunca los 200", dicen desde la caja.

De ahi se ve salir a una mujer que carga un bidón en una mano y una botella de un litro en la otra, a una chica que sólo optó por el bidón y al lado de ella a un delivery que prepara un pedido que, al menos hasta ahí, no es otra cosa más que agua.

"Hace una semana venías y era sólo vender bidones. Ahora, al menos en esta zona de buen poder adquisitivo, se ve que la gente ya compró suficiente y está consumiendo lo que tiene. Pero los proveedores de agua te entregan menos unidades, es verdad", dicen a este diario desde el supermercado Marin, sobre Pedro F. Berro.

La particularidad ahí es que los bidones están "publicitados", en un palet a la entrada, justo al lado del carbón.

"Vitale es el que más entrega. Tenemos faltantes de La Matutina (otra de las marcas de mineralizadas). Pero en realidad te enterás qué te traen cuando llega el pedido. Varía mucho entre semana, ya nunca te traen todo los bidones que pidas", coinciden desde Kinko. Ahí notaron los faltantes hace un mes.

En los hipermercados, como Fresh Market, nunca falta el agua mineral. Pero la reposición es constante. Clarín vio cómo en el lapso de menos de 15 minutos se vaciaba completamente una columna de la estantería del pack de seis aguas de litro sin gas y se reponía inmediatamente.

Ahí estaba el cartelito de "venta sólo para consumo familiar". Algo que en Argentina no nos sorprende. Ya habíamos visto tiempo atrás algo parecido -salvando las distancias- con la yerba.

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