30 ago 2023

Los teléfonos móviles de los adolescentes se están llenando con alarmante regularidad de mensajes de extrema derecha por culpa de VOX

Se trata de contenidos procedentes de una constelación de 'fachatubers', individuos y grupos que utilizan las redes sociales para propagar sus ideologías reaccionarias y conservadoras, caracterizadas por su atractivo anti-establishment y rebelde, especialmente entre la población joven.

Estos influenciadores de internet, que en algunos casos cuentan con una audiencia de miles, combinan un enfoque misógino y negacionista en sus contenidos. "La retórica reaccionaria se propaga como un virus a través de las redes, y llega directamente, sin filtro, a los teléfonos móviles de nuestros hijos", comenta Àlex, padre de un joven catalán de 15 años que ha adoptado puntos de vista que podrían escucharse en un discurso de Vox.

El crecimiento del odio en línea, principalmente contra las mujeres y las minorías, tuvo su gran momento durante la pandemia. El confinamiento llevó a las personas a buscar en internet una forma de mantenerse informadas y conectadas. Sin embargo, la creciente crispación en línea ha ganado polarización a medida que se acercan las elecciones generales, según Silvia Martínez, directora del máster 'Social Media' de la UOC.

La creciente presencia de Vox no es la única causa de este aumento de discursos extremistas en línea. Expertos sostienen que la ultraderecha española, y sus equivalentes en otros países, han aprovechado y amplificado estos movimientos sociales existentes.

Estos influencers, con seguidores que a veces superan los 100.000, pueden ser más influyentes que algunos políticos con asientos en el parlamento. Algunos de los más destacados son 'Un tío blanco hetero' y 'Libertad o lo que surja', quienes se caracterizan por sus mensajes antifeministas, antisanchistas y antipodemistas.

La pregunta clave es: ¿cómo estos mensajes conservadores y reaccionarios están atrayendo a un público tan joven? Iago Lago, sociólogo, argumenta que el enfoque conservador ha sido repackaged en un formato contracultural, de desobediencia y rebeldía, haciendo uso de todas las plataformas digitales disponibles, desde YouTube y TikTok hasta memes y videojuegos.

El riesgo en este momento es que internet permite que estos mensajes lleguen a un público más amplio, volviéndose virales y perdurando en el tiempo. Estos discursos no solo legitiman y normalizan la violencia hacia varios grupos, sino que también pueden incitar a más violencia y retrocesos sociales.

En respuesta a este fenómeno, los expertos proponen una serie de soluciones que incluyen una respuesta política que ponga fin a la polarización, campañas institucionales que promuevan la tolerancia y el respeto por la diversidad, la incorporación de la educación sexual en el sistema educativo y la respuesta activa a los mensajes de odio en las redes sociales.


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