12 oct 2023

Charles Feeney: ¿El Robin Hood moderno de los mega ricos?

En un mundo donde la avaricia y el materialismo a menudo dominan el paisaje, historias como la de Charles Feeney emergen como faros de esperanza. Feeney, el cerebro detrás del imperio Duty Free, no solo se destacó por su astucia empresarial, sino por su profundo sentido de humanidad y compromiso con el bienestar de otros.

Eclipsando el estereotipo del multimillonario, Feeney se embarcó en una misión: entregar su vasta fortuna, valorada en unos impresionantes 8.000 millones de dólares, a causas benéficas antes de su partida. Cumplió con su objetivo, dejando atrás un legado de filantropía que perdurará en el tiempo.

Charles pasó sus últimos días en un modesto apartamento en San Francisco, muy lejos de las mansiones que otros magnates podrían elegir. Esta elección refleja su filosofía de vida: vivir para dar. "Es más emocionante dar cuando estás vivo", era su mantra. A través de su fundación Atlantic Philanthropies, creó un puente para apoyar a instituciones médicas, educativas y humanitarias en países tan diversos como Vietnam, Cuba y Sudáfrica.

Para Feeney, el anonimato era clave. Muchas de sus donaciones se hicieron sin buscar el aplauso público, simplemente por el deseo de hacer el bien. En una época donde la ostentación es la norma, Feeney eligió el silencio y la humildad.

Creció durante la Gran Depresión, lo que moldeó su percepción del valor del dinero y el trabajo duro. Como joven emprendedor, desde vender tarjetas navideñas hasta emprender un gigante comercial como Duty Free Shoppers, demostró su inquebrantable espíritu empresarial.

No solo se dedicó a dar, sino que inspiró a otros a hacer lo mismo, uniendo fuerzas con figuras prominentes en la iniciativa 'Giving Pledge', destinada a canalizar la riqueza hacia iniciativas filantrópicas.

Hoy, el mundo lamenta la pérdida de un hombre que definió el verdadero significado de riqueza: no en la acumulación de bienes, sino en el impacto positivo que se puede dejar en el mundo. Charles Feeney, un titán no solo en negocios, sino en humanidad.

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