12 jul 2024

¿Gastronomía o barbarie? El tormento de las langostas vivas

Un enfoque tradicional en la gastronomía, la práctica de cocinar ciertos mariscos mientras aún están vivos, está generando debate en España. Aunque legal, este método, aplicado principalmente a langostas y cangrejos, contrasta con las estrictas normas de bienestar animal aplicadas a mamíferos y aves en mataderos, donde el aturdimiento es un paso obligatorio antes del sacrificio.

La discusión no es reciente. Hace casi veinte años, un estudio de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria destacó la complejidad conductual y la posible conciencia de estos crustáceos. Se señaló su capacidad para experimentar dolor y aprender, sugiriendo la necesidad de proteger a todos los decápodos.

En este sentido, investigaciones recientes confirman la sensibilidad de estos invertebrados. La agitación y los intentos de fuga observados cuando se sumergen en agua hirviendo indican un sufrimiento significativo. Estas revelaciones han llevado a algunos países, como el Reino Unido, a considerar incluir a moluscos, cefalópodos y decápodos en sus leyes de bienestar animal.

En 2021, el Reino Unido reconoció a estos invertebrados como seres capaces de sentir dolor emocional, basándose en el análisis de más de 300 estudios. Esta decisión podría llevar a la prohibición de prácticas como hervir langostas vivas, fomentando métodos más éticos de terminar con su vida.

Este cambio refleja una creciente conciencia de que la capacidad de experimentar emociones y sensaciones no es exclusiva de humanos y mamíferos. Esta perspectiva abre un debate ético y moral sobre las prácticas culinarias y las políticas de bienestar animal a nivel mundial.

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